viernes, enero 11, 2008

Bailando para sus ojos

























Elizabeth tiene 37 años, está casada y aburrida.

Hace dos meses descubrió un turbio placer al final de la tarde. Una hora antes de que llegue su marido, pone su disco de Ella Fitzgerald, se viste con ropa interior bonita y baila a media luz en su balcón. No baila para exhibirse, nada de eso… ella baila para los ojos del chico que en el balcón de en frente, pasa las tardes mirando el infinito.

No sabe si quiera su nombre y él nunca ha intentado hablar con ella. Pero la mira tan fijamente, tan hermosamente, y -aunque parezca increíble- tan inocentemente, que Elizabeth se pasa el día escogiendo las prendas que la vestirán, la canción que sonará y hasta los movimientos que quiere regalarle al chico del 121B.

No es un baile sensual, ni un vulgar streaptease. Es una hoja al viento. Es una mujer que baila suavemente y unos ojos que la miran.

Todo empezó un día en que Elizabeth estaba a punto de entrar a la ducha. Empezó a llover a mares y ella salió corriendo a cerrar los ventanales del balcón. Entonces lo vio. Un chico de cabello muy negro y cara muy blanca, sentado en una silla, con las ventanas abiertas, sintiendo cómo salpicaba la lluvia sobre su piel. Ella miró sus ojos y sintió cómo su cuerpo semi desnudo se convertía en el infinito de esos ojos.

Al día siguiente él estuvo allí y el que le siguió y todos los días que vinieron. Y ella empezó a escuchar Ella Fitzgerald todas las tardes y a quitarse el exceso de ropa poco a poco. A la semana había empezado a bailar para sus ojos y no ha parado desde entonces.

***

Adrian tiene 24 años, el cabello muy negro y la cara muy blanca. Todas las tardes de su vida, su madre lo ayuda a llegar al balcón donde trata de imaginarse una ciudad que sus ojos muertos no han podido ver nunca. Se sienta en su silla y escucha. A veces deja que la lluvia lo salpique para sentirse un poco más vivo. Desde hace más o menos dos meses, alguien pone un disco de Ella Fitzgerald y él siente un calor -casi sexual- en el cuerpo que no sabe explicar. Y él sigue imaginando lo que habrá más allá del negro infinito que hay dentro de sus ojos.

4 comentarios:

Artax el Eterno Cruzado dijo...

Me he emocionado T_T

En estos casos se pone una musiquita melancolica con violines para denotar el dramatismo o la propia cancion que pone la chica.

Nos vemos

Sephi dijo...

OMG te has EMOcionado!!!! O__O
no me esperaba esto de ti....SEÑOR EMO!

Artax el Eterno Cruzado dijo...

Emo el borde que sale cuando te asomas al espejo, cabrón! XDDDDDDDD

Sephi dijo...

Yo tb t kiero artax *o*